Desgraciadamente, en nuestra cultura y en nuestra sociedad el fracaso está muy castigado. Seguro que a todos nos han dicho alguna vez eso de “ya te lo dije…” “ya sabía yo que eso no iba a funcionar…” “cuántas veces te lo habré dicho…”. Además, sólo hay que leer la definición que la Real Academia de la Lengua hace de la palabra fracaso. Eso más que una definición parece una losa. A ver quién es el valiente que se anima a crear e innovar sabiendo lo que le espera si fracasa.
El fracaso es un elemento natural dentro del proceso de innovación. Fracaso, éxito y creatividad están intrínsecamente relacionados. Por tanto, debemos entenderlo no como el fin último, sino como un paso intermedio hasta el éxito, como un aprendizaje que nos empuja a seguir derivando y mejorando nuestras ideas y proyectos.
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