Un prisionero está encerrado en una celda que tiene dos grandes puertas. Una de ellas, si la atraviesa le conducirá a la muerte, y la otra a la libertad. Cada una de esas puertas está custodiada por un guardián. El prisionero sabe que uno de ellos siempre dice la verdad, y el otro siempre miente. Para elegir la puerta por la que pasará, sólo puede hacer una pregunta a uno sólo de los vigilantes.
¿Qué pregunta debería hacer el prisionero para conseguir su libertad?
Tendría que preguntarle a cualquiera de los dos vigilantes lo siguiente: "¿Cuál diría tu compañero que es la puerta de la libertad?
ResponderEliminarPara alcanzar la libertad, el prisionero deberá atravesar la puerta que no haya indicado el vigilante ;)
ELEMENTAL, QUERIDO WATSON!
Me encantan estos postscript, espero que el siguiente sea dentro de poco. Y enhorabuena por el Blogger, es muy interesante!
Perfecto María! Lo has clavado :)
ResponderEliminarEfectivamente, suponiendo que el prisionero preguntara al guardián que siempre miente, éste le diría “El otro guardián te dirá que la puerta que debes elegir es ésta”, y le diría la falsa, porque recuerda que este guardián siempre miente, con lo cuál le diría lo contrario del que dice la verdad.
Si hablara con el guardián que dice la verdad y le hiciera esa pregunta, le diría lo mismo, porque el guardián que dice la verdad sabe que el otro siempre miente y que trataría de engañarle diciéndole la puerta que no es.
Con lo cuál, los dos te dirán la puerta falsa en su respuesta. Así bastará con hacer una única pregunta a cualquiera de ellos para saber qué puerta es la que lleva a la libertad.
Gracias María!