
Generalmente, el color blanco ha representado siempre la neutralidad (ausencia de color). Por ese motivo, este sombrero se centra en lo que son los hechos concretos e información objetiva de un problema o un concepto. No hace interpretaciones, ni da opiniones, ni argumentos, ni deseos… simplemente le importan los hechos objetivos.
Este sombrero nos lo podemos poner nosotros mismos o pedirle a alguien que se lo ponga: “dame tu pensamiento de sombrero blanco sobre tal problema”. El sombrero blanco es muy útil para pedir que las cifras y los hechos se presenten de manera objetiva para analizar un problema o tomar decisiones.
La formulación de las preguntas para solicitar información es clave. Es importante que la persona que lleve el sombrero blanco presente esa información de forma neutra, sin querer utilizarla para apoyar ciertos puntos de vista, ni enfocar las preguntas en una determinada dirección para dar más valor a algunas argumentaciones.
El objetivo por tanto será simplemente obtener información o completar vacíos de la información existente. La información que se ofrece con sombrero blanco se va construyendo y organizando poco a poco en una idea. Nadie propone una idea preconcebida, simplemente ésta se va dejando crecer.
Como véis, el gran valor de este sombrero es que se trata sobretodo de una actitud, una disciplina, una dirección que guía a nuestro pensamiento. El pensador se esfuerza por ser más neutral y más objetivo a la hora de presentar su información.
Próximamente analizaremos y explicaremos cómo utilizar otros sombreros de colores de esta interesante técnica de Edward de Bono.
No hay comentarios:
Publicar un comentario