La semana pasada os presentamos los principios básicos del Storyboard, una técnica de solución de problemas que aunque es poco conocida, puede resultaros interesante para trabajar en vuestros grupos. En esta ocasión os explicaremos las fases y una serie de recomendaciones generales para poder aplicarla con éxito.
Antes de ponernos manos a la obra, lo primero que deberemos hacer es reunir los materiales que vamos a utilizar en nuestra sesión de Storyboard. Es recomendable usar tableros de corcho, pizarras o todo aquello en lo que podamos colgar o pinchar nuestras ideas para poder distribuirlas, moverlas, o borrarlas fácilmente. Además, es interesante utilizar pequeñas cartulinas, fichas de colores o post it grandes para distinguir los encabezados (más adelante veremos que es esto de los encabezados) y apuntar las ideas que surjan. Y por supuesto necesitaremos también tijeras, chinchetas, rotuladores gordos de colores, o tizas…
Centrarnos en el tema a trabajar: En primer lugar colocaremos la cartulina con el enunciado o la palabra clave que recoja el problema o el tema que vayamos a trabajar, en la parte de superior central del corcho o de la pizarra (depende del soporte que usemos).
Crear los encabezados: Justo un poco más abajo de dónde hemos puesto la ficha del tema central, colocaremos los encabezados. Estos encabezados son categorías generales que agruparán una serie de ideas relacionadas con el tema o problema principal. Es decir, el planteamiento es ir de lo general a lo particular, vamos a ir desgranando posibles soluciones partiendo inicialmente de estas propuestas generales.
Brainstorming: Ahora aplicaremos la técnica de Brainstorming a cada uno de los encabezados, es decir, cada categoría servirá de estímulo para buscar posibles soluciones del problema. Cada una de esas soluciones las escribiremos en fichas o tarjetas que pegaremos debajo de cada encabezado. Todas las ideas que se nos ocurran durante la sesión de trabajo serán válidas. Aquí conviene que el responsable de la sesión recuerde los principios del Brainstorming.
Antes de ponernos manos a la obra, lo primero que deberemos hacer es reunir los materiales que vamos a utilizar en nuestra sesión de Storyboard. Es recomendable usar tableros de corcho, pizarras o todo aquello en lo que podamos colgar o pinchar nuestras ideas para poder distribuirlas, moverlas, o borrarlas fácilmente. Además, es interesante utilizar pequeñas cartulinas, fichas de colores o post it grandes para distinguir los encabezados (más adelante veremos que es esto de los encabezados) y apuntar las ideas que surjan. Y por supuesto necesitaremos también tijeras, chinchetas, rotuladores gordos de colores, o tizas…
Centrarnos en el tema a trabajar: En primer lugar colocaremos la cartulina con el enunciado o la palabra clave que recoja el problema o el tema que vayamos a trabajar, en la parte de superior central del corcho o de la pizarra (depende del soporte que usemos).
Crear los encabezados: Justo un poco más abajo de dónde hemos puesto la ficha del tema central, colocaremos los encabezados. Estos encabezados son categorías generales que agruparán una serie de ideas relacionadas con el tema o problema principal. Es decir, el planteamiento es ir de lo general a lo particular, vamos a ir desgranando posibles soluciones partiendo inicialmente de estas propuestas generales.
Brainstorming: Ahora aplicaremos la técnica de Brainstorming a cada uno de los encabezados, es decir, cada categoría servirá de estímulo para buscar posibles soluciones del problema. Cada una de esas soluciones las escribiremos en fichas o tarjetas que pegaremos debajo de cada encabezado. Todas las ideas que se nos ocurran durante la sesión de trabajo serán válidas. Aquí conviene que el responsable de la sesión recuerde los principios del Brainstorming.
Una recomendación, de vez en cuándo revisad las soluciones que vais dando, combinad dichas soluciones o intentad generar nuevas ideas a partir de otras que ya hayan surgido.
Lo interesante de esta técnica es la flexibilidad que ofrece a la hora de combinar ideas y adaptarse a lo que necesitamos, de una forma sencilla e intuitiva. Por ejemplo, si surgen nuevas ideas que encajan con dificultad en las categorías existentes, no pasa nada, cread nuevos encabezados. Nuestro corcho o pizarra debe ser algo dinámico, con cambios y movimientos constantes hasta dar con la solución ideal.
Desde nuestra Fábrica os animamos a que nos mandéis ejemplos de Storyboards que hayáis creado, y nos comprometemos a presentarlos en nuestro blog. Comparte tu creatividad ;)
Lo interesante de esta técnica es la flexibilidad que ofrece a la hora de combinar ideas y adaptarse a lo que necesitamos, de una forma sencilla e intuitiva. Por ejemplo, si surgen nuevas ideas que encajan con dificultad en las categorías existentes, no pasa nada, cread nuevos encabezados. Nuestro corcho o pizarra debe ser algo dinámico, con cambios y movimientos constantes hasta dar con la solución ideal.
Desde nuestra Fábrica os animamos a que nos mandéis ejemplos de Storyboards que hayáis creado, y nos comprometemos a presentarlos en nuestro blog. Comparte tu creatividad ;)
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