¿Serías capaz de decir cuál de los dos círculos interiores es más grade, el derecho o el izquierdo?
Muy probablemente hayas elegido el círculo izquierdo, sin embargo, ambos círculos interiores son del mismo tamaño. Sí, sí, idénticos. Clavaditos. Ejemplos como éste vienen a demostrarnos que nuestra percepción o visión de un problema o una situación puede estar sesgada por multitud de elementos inconscientes (experiencias previas, estados de ánimo, educación recibida, valores, etc.), imposibles de controlar o aislar, y que irremediablemente forman parte de nosotros mismos.
Entonces, ¿qué podemos hacer para corregir esta situación? Muy sencillo, lo primero ser conscientes de que podemos tener esos sesgos a la hora de interpretar o valorar situaciones, problemas, soluciones, etc. y reconocer que esas limitaciones existen y las tenemos. Eso nos permitirá dar el salto al segundo paso, cuestionarnos siempre lo que hacemos y cómo lo hacemos, lo que vemos y cómo lo vemos, lo que creemos y por qué lo creemos…
La clave está por tanto en tener una visión crítica de nosotros mismos, de nuestras opiniones, de nuestra vida y de lo que sucede a nuestro alrededor, porque la forma que tenga nuestra mente de percibir la realidad influye de forma determinante en la solución final que demos a nuestros problemas.
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